Acero inoxidable

Los aceros inoxidables, conocidos por su extraordinaria resistencia a la corrosión y a la oxidación, son indispensables en muchas industrias.

Debido a sus diferentes propiedades metalúrgicas, los aceros inoxidables se clasifican en varios grados, cada uno con una soldabilidad distinta y desafíos específicos durante el proceso de soldadura:

  • Aceros austeníticos: Sensibles a la fisuración en caliente y a la corrosión intergranular.
  • Aceros ferríticos: Propensos a la fragilización a 475°C y a la pérdida de propiedades mecánicas en caso de sobrecalentamiento.
  • Aceros martensíticos: Sensibles a la fisuración en frío.
  • Aceros dúplex: Vulnerables a la fragilización a 475°C y a la pérdida de propiedades mecánicas en caso de sobrecalentamiento.
  • Aceros endurecibles por precipitación (PH): Pueden presentar complicaciones similares debido a su naturaleza austenítica, semi-austenítica o martensítica.

Durante la soldadura de aceros inoxidables, el uso adecuado de electrodos y alambres de soldadura es crucial para garantizar soldaduras de alta calidad. Cada tipo de acero inoxidable requiere electrodos y alambres de soldadura específicos para evitar problemas comunes como la fisuración, la fragilización y la pérdida de propiedades mecánicas. Además, todos los grados de aceros inoxidables son susceptibles de sufrir coloración en las juntas de soldadura y en la zona afectada térmicamente, lo que conduce a la oxidación y a una disminución de la resistencia a la corrosión. Por lo tanto, es fundamental seguir un procedimiento de soldadura adecuado y elegir el metal de aporte correcto para garantizar la integridad de la soldadura.

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