Ya se trate de aleaciones de fundición o de aleaciones trabajadas, las aleaciones de aluminio comparten una característica común: la presencia de una capa de óxido refractario llamada alúmina. Esta particularidad hace que la soldadura sea imposible sin un pretratamiento previo para eliminar el óxido, ya sea mediante métodos químicos, electrónicos o mecánicos.
Los problemas inherentes a la soldadura de aleaciones de aluminio incluyen principalmente:
La elección del metal de aporte es crucial ya que influye en diversos factores como la fluidez, la sensibilidad a la fisuración en caliente, la resistencia mecánica, la ductilidad de la junta, la resistencia a la corrosión, el mantenimiento de la temperatura de servicio e incluso el aspecto estético de la junta. Por lo tanto, la correcta elección de los electrodos y los alambres de soldadura es esencial para obtener soldaduras de alta calidad.
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